Su historia

Graciela quería ser docente desde niña. Durante su etapa de estudiante hizo trabajos de voluntariado en distintas escuelas. Tras recibirse en 2006, se desempeñó en escuelas rurales en la zona de Uspallata, en Alta Montaña, a 140 kilómetros de la ciudad de Mendoza. Graciela considera la docencia como el pilar principal de una sociedad democrática, justa e igualitaria.

Su trabajo

Uspallata es una ciudad con clima árido y con inviernos de temperaturas inferiores a 10 grados. Graciela trabaja en una escuela a la asisten niños en situación de vulnerabilidad social y económica. Durante la pandemia enseñó a través de llamadas telefónicas y de videollamadas. Además visitó una vez por semana a las familias que estaban más alejadas de la ciudad para entregarles a sus estudiantes los materiales impresos.

Logros en el aula

Durante su carrera docente, llevó adelante diversos proyectos que causaron gran impacto en sus alumnos y en su comunidad. Entre ellos, la realización de distintas obras de teatro que abordaban el cuidado del medio ambiente, el bullying y la importancia de la familia. Este proyecto fue declarado de Interés Cultural por la Honorable Cámara de Diputados de la provincia de Mendoza en 2014.